Como
muchos saben el girasol (helianthus annuus) es una planta anual, originaria
de América del Norte muy fácil de reconocer por sus flores grandes y amarillas
que se asemejan al sol. Al igual que cualquier planta, tiene una relación única
con la luz que es necesaria para la producción de energía necesaria para su
subsistencia. Sin embargo, a pesar de que su nombre proviene de su
comportamiento en conjunto con el sol, también puede vivir sin luz solar.
La
fotosíntesis es el proceso que utilizan las plantas para convertir la energía
lumínica en energía química que pueden usar como alimento. El girasol
realiza este proceso en sus hojas, que tienen forma de corazón y alcanzan un
tamaño de una pulgada de largo. Para que suceda la fotosíntesis se
requiere agua, que es absorbida por las raíces de la planta; dióxido de
carbono, que se encuentra en el aire; y luz, que es recolectada a través de la
clorofila, que es el pigmento verde de las hojas. La luz que recolecta la
clorofila se divide en moléculas de hidrógeno y de oxígeno con la utilización
del agua. El hidrógeno luego se une con el dióxido de carbono para producir el
alimento del girasol.
Entonces
¿Pueden vivir sin luz del sol?... Si. Esta planta puede crecer con luz
artificial. No es necesario que la luz que necesitan los girasoles para vivir
provenga del sol. Estas plantas se cultivan con éxito en ambientes internos con
luces artificiales. Con el fin de realizar estudios, desde 1952 se cultivan
girasoles a partir de semillas bajo lámparas de luz fluorescente
cálida complementadas con focos incandescentes. En un estudio, se cultivaron
junto con arvejas y tomates para medir las reacciones de las plantas a los
ciclos de luz y oscuridad. Los girasoles suelen utilizarse en proyectos de
ferias de ciencias debido a su habilidad de prosperar bajo la luz artificial.
Requerimientos
de luz
En
un jardín, los girasoles requieren luz solar plena para crecer. No toleran la
sombra. Cuando se cultivan adentro bajo una luz artificial, las semillas de
girasol requieren entre 18 y 20 horas de luz por día para crecer. Las plantas
recién germinadas deben colocarse debajo de tubos fluorescentes, a una
distancia de entre 4 y 6 pulgadas (10 y 15 cm). La cantidad de luz puede
reducirse a 16 horas por día, para fomentar el florecimiento de las plantas, una
vez que estas alcanzan una altura de 10 a 12 pulgadas (25 a 30 cm).
Se
dice que los girasoles cultivados bajo la luz natural siguen al sol debido a un
proceso denominado "fototropismo". A medida que el sol se mueve por
el cielo durante el día, las flores de los girasoles lo "siguen",
girando hacia la dirección donde se encuentra el sol. El proceso no puede
ocurrir si no hay luz, pero como se produce bajo un estímulo luminoso, los
girasoles que se cultivan con una fuente de luz artificial reaccionan de la
misma manera.
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